Esta obra original forma parte de un proyecto individual en el que represento desde un punto de vista íntimo y particular, diferentes jardines y botánicos que he visitado en los últimos años, con una selección de 12 imágenes de cuatro ciudades del mundo.
Los jardines y botánicos son lugares recónditos apartados del ajetreo de la ciudad, son espacios de observación y aprendizaje, de disfrute, contemplación, estudio y análisis. Estos lugares ayudan a la conservación de diferentes especies y además aportan oasis de tranquilidad a la frenética vida diaria de las ciudades.
Este proyecto personal está motivado por las vivencias que he tenido en estos lugares. Las ilustraciones de esta serie no reproducen la disposición real de las colecciones botánicas, ni hacen un registro fehaciente de ellas, tampoco son una réplica milimetrada de una fotografía tomada en el lugar a representar, se ha querido plasmar en el papel las experiencias y sensaciones allí vividas, trasladando las emociones que han generado: la incidencia de la luz a través del cristal al entrar en un invernadero, un tronco milenario con su corteza gruesa y la textura del corcho con infinitos matices, la transparencia de las hojas altas que reciben el sol y dejan ver sus nervios, la temperatura y humedad de los diferentes pabellones llevándote del frío otoño tardío a la cálida primavera cruzando una puerta.